domingo, 23 de octubre de 2011

Dos más.

   Soy yo quién sigue sentado en el mismo lugar de siempre, escribiendo un nuevo mensaje que sucumba en la perdición de colores grises y una esencia de luz blanca. La vida es un juego, hay que saber perder o ganar; caminar para no caer al suelo. Momentos de cada día, estos han sido los minutos que se van; entiende que ya no volverán, pues si quieres... ¡no los dejes pasar!.

   Has hurtado el color de la vida, siguiendo un paso distinto y difícil de descifrar. Combinando dos palabras y un deseo engorroso. Fácil para hoy, imposible.

viernes, 14 de octubre de 2011

Silencio

   Y no cabía duda, era otra vez el egoísmo actuando por su cuenta, saboteando mis ilusiones y sueños que removían una y otra vez para que esos sentimientos no florecieran a la hora de comenzar los días primaverales. Es cierto, aun falta seguir corriendo; pero vamos, yo sólo quiero ir caminando. ¿Por qué seguir esa línea que todos siguen?, ¿Por qué pensar del mismo modo?.  Existe ese vacío, te lo han explicado mis palabras, que si bien no son del todo cierta, sólo buscan una compasión interna que tu y yo sabemos que no es buena. No es absurdo sentir esto, y me lo he planteado muchas veces; sin embargo llego siempre a la misma conclusión: no pasará jamás.
 

   Qué quiero mirar, se planta frente a mis ojos y me hace soñar, sentir y deliberadamente amar. Ese amorío que sueño entre mis deseos más profundos que humedecen mis ojos y me hacen llorar. Querer pensar lo contrario, hacerte esa dura idea de que tus miradas ya no van con el mismo sentimiento y rigurosamente tratarnos de extraños. ¿Es lo que quieres?, ¿es lo que sientes?. No soy yo quien decide; no soy yo quien lo quiere. Busca más allá de lo que tus miradas ven y puede que en algún momento, encuentres más respuestas.

lunes, 3 de octubre de 2011

Un hasta pronto

Y así sigue la incertidumbre, los pasos cada vez son mas vacilantes en el camino que no decidí recorrer. Escucho a lo lejos lo que nadie dijo y que siempre falto, las cosas fueron cambiando y cada vez nos fuimos adaptando. la felicidad no partía desde el mismo punto para ambos y era cierto que ya no podía continuar. Paso noches cuestionandome lo que ha ocurrido y no encuentro una solución certera, quiero pensar que no la había, sin embargo en mi mente siempre estuvo la respuesta. El miedo a no poder caminar mas, idolatrar tu sonrisa y caer rendido ante tus miradas.

No quiero crear una expectativa masa para no volver a caer. Es una vida muy vacía, es una vida sin aire ni ganas de seguir.


Un aroma, permanece en mi.