Y ahí me quede mirando, como a lo lejos tu silueta se iba perdiendo en el horizonte. De pronto, suspicazmente llegó esta interrogante que me acosa cada día más, ¿En verdad hice lo correcto?. Sé que no se tiene una respuesta certera, una respuesta que complazca esta agonía que siento y que poco a poco cambia mi estado anímico. ¡Es de fuertes no llorar!, que frase mas ilusa. Sentir es necesario y más cuando existen sentimientos comprometidos, quiero pensar que no había otra opción. Verdad o mentira, una sola palabra.
Hemos dejado una grieta muy grande, esa grieta que cada día me hace sentir extraño, que algo he perdido, sin embargo sé que no existe la marcha atrás. Decisiones que el tiempo y la madurez podrán mostrarme el verdadero sendero.
Quiero estar ausente, quiero seguir estando en la clandestinidad, gozar de la vida y jamás volver a mirar hacia atrás.
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